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El impacto del envejecimiento en la salud bucal: comprender los factores en juego

Foto del escritor: Dra Claudia Cristina Cardona E.Dra Claudia Cristina Cardona E.



El envejecimiento trae consigo una multitud de cambios en el cuerpo, y la salud bucal no es una excepción. A medida que las personas envejecen, se vuelven más susceptibles a una variedad de problemas dentales que pueden afectar su bienestar general. Mantener una buena higiene bucal y buscar atención dental regular son cruciales para mitigar los efectos del envejecimiento en los dientes y las encías. Aquí, exploramos los factores clave asociados con el envejecimiento y la salud bucal.




1. Desgaste de los dientes y erosión del esmalte

Con el tiempo, el esmalte que protege los dientes se desgasta naturalmente debido a años de masticar, rechinar y exposición a alimentos y bebidas ácidas. Esto puede provocar una mayor sensibilidad, un mayor riesgo de caries y una mayor probabilidad de fracturas dentales.

2. Recesión de las encías y enfermedad periodontal

La recesión de las encías es una afección común entre los adultos mayores. A medida que las encías se retraen de los dientes, las raíces quedan expuestas, lo que genera sensibilidad y un mayor riesgo de caries. Además, las personas mayores son más propensas a sufrir enfermedades periodontales (de las encías), que pueden provocar inflamación, infección e incluso pérdida de dientes si no se tratan.

3. Boca seca (xerostomía)

El envejecimiento suele ir acompañado de una disminución de la producción de saliva, una afección conocida como xerostomía. La saliva desempeña un papel fundamental en la neutralización de los ácidos, la eliminación de partículas de comida y la prevención del crecimiento excesivo de bacterias. La reducción del flujo de saliva, a menudo exacerbada por los medicamentos para la hipertensión arterial, la diabetes o la depresión, puede contribuir a la aparición de caries, mal aliento e infecciones bucales.

4. Mayor riesgo de caries dental

Con el envejecimiento, los cambios en la dieta, el uso de medicamentos y la disminución de las prácticas de higiene bucal pueden contribuir a un mayor riesgo de caries. Además, las encías retraídas y las raíces expuestas son más vulnerables a las caries, especialmente si no se mantiene un cuidado dental adecuado.

5. Pérdida de dientes y sus consecuencias

Muchos adultos mayores sufren la pérdida de dientes debido a una enfermedad periodontal avanzada, caries no tratadas o traumatismos. La falta de dientes puede afectar el habla, la capacidad de masticar y la nutrición general. También puede provocar pérdida ósea en la mandíbula, alterando la estructura facial con el tiempo.

6. Riesgo de cáncer bucal

El envejecimiento aumenta el riesgo de desarrollar cáncer bucal, en particular entre las personas que fuman o consumen alcohol con regularidad. La detección temprana a través de visitas dentales de rutina es crucial para mejorar el pronóstico y los resultados del tratamiento.

7. Efectos de las condiciones de salud sistémicas

Condiciones como la diabetes, la osteoporosis y las enfermedades cardiovasculares tienen efectos directos e indirectos en la salud bucal. La diabetes, por ejemplo, puede perjudicar la curación y aumentar la susceptibilidad a las infecciones, incluida la enfermedad de las encías. La osteoporosis puede debilitar los huesos que sostienen los dientes, lo que lleva a la movilidad y pérdida de los dientes.

8. Desafíos en el mantenimiento de la higiene bucal

Los adultos mayores, en particular aquellos con artritis o deterioro cognitivo, pueden tener dificultades para cepillarse los dientes y usar hilo dental de manera eficaz. Esto puede provocar la acumulación de placa, enfermedades de las encías y un deterioro general de la salud bucal.

Estrategias para mantener la salud bucal a medida que envejece

Visitas dentales periódicas: los controles de rutina ayudan a detectar y abordar los problemas de forma temprana.

Higiene bucal adecuada: cepillarse los dientes dos veces al día con una pasta dental con flúor y usar hilo dental todos los días puede ayudar a prevenir la caries y las enfermedades de las encías.

Hidratación y estimulación de la saliva: beber agua, usar chicles sin azúcar y evitar el alcohol o el tabaco pueden ayudar a combatir la sequedad bucal.

Dieta saludable: consumir una dieta equilibrada rica en calcio, vitamina D y fibra favorece la salud bucal y general.

Uso de dispositivos de asistencia: los cepillos de dientes eléctricos, los irrigadores bucales y las herramientas dentales adaptables pueden ayudar a las personas con problemas de destreza.

El envejecimiento puede traer cambios a la salud bucal, pero con el cuidado adecuado y las medidas preventivas, las personas pueden mantener una sonrisa saludable y funcional hasta bien entrada la vejez. Comprender estos factores y tomar medidas proactivas puede mejorar tanto la salud bucal como la calidad de vida.


 
 
 

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